viernes, 14 de mayo de 2010

Argentinos, ¿desde cuándo?

25 de mayo de 1810, un par de criollos reunidos en la Plaza de Mayo, erigidos como representantes del pueblo, quieren "saber de qué se trata" (pregunta que aún hoy continúa vigente). Mientras que España sucumbe en su propuia crisis, presionan para que el Virrey español sea destituido del cargo y forman, unos vecinos privilegiados, una Junta Revolucionaria y constituyen el Primer Gobierno Patrio. No hay nada más argentino que zafar en el último momento como el golazo de Maxi Rodríguez en tiempo suplementario contra México en el mundial del 2006(www.youtube.com/watch?v=pURcokdbqq4).

Aprovechando la coyuntura política, unos pocos se hicieron del poder, para según dicen, beneficio de todos. Quizás desde aquel momento nos constituimos como algo diferente a España, un poco más independiente, intentando encontrar un camino propio, más nuestro, más argentino, pero ¿qué pasó después? ¿Sucumbimos nosotros ante la presión de otros?

Retomando la pregunta sobre nuestra identidad, ¿quiénes somos realmente los argentinos?

Según Jorge Lanata, "la identidad se determina a partir de valores compartidos. No decidimos por nosotros mismos quiénes somos, lo hacemos a partir de la interacción social, de la lucha y del reconocimiento de nuestra existencia pro parte de otros". Pero últimamente, los únicos valores que compartimos se manifiestan cuando juega la selección argentina o cuando despedimos a un personaje querido que marcó la historia.

Tomo otra frase del famoso periodista, "hemos vivido creyendo que somos lo que queremos ser". Siempre soñando para el futuro, pero sin dejar semillas en el presente. Deseamos mucho, pero hacemos muy poco. Criticamos y nos quejamos, pero son muy pocos los que se arremangan para hacer algo.

Marco Denevi dijo en alguno de sus libros: "El argentino tiene una mentalidad de huésped de hotel, el hotel es el país y el argentino es un pasajero que no se mete con los otros. Si los administradores administran mal, si roban y hacen asientos falsos en los libros de contabilidad es asunto del dueño del hotel, no de los pasajeros a quienes en otro sitio los espera su futura casa propia, ahora en construcción. (...) Quizás algún día los argentinos nos convenzamos de que este hotel de tránsito es nuestro único hogar y que no hay ninguna Argentina- visible o invisible- esperándonos en ninguna otra parte."

Si, Argentina es nuestro único hogar. Así que, manos a la obra, hay que comenzar a reconstruir los cimientos y levantar muros. Las cosas no se hacen por sí solas. Quizás no en lo mucho, pero si en lo poco podemos iniciar el cambio, hasta la independencia tan deseada.

Esto de ser argentino, no es para cualquiera.

Bibliografía: Lanata Jorge, "ADN. Mapa genético de los defectos argentinos" Editorial Planeta, 2004.

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